Una Mia Farrow en un nivel superlativo nos sumerge en la paranoia más abstracta y terrorífica de Roman Polanski.
Ficha Técnica:
Dirección: Roman Polanski.
Producción: William Castle.
Diseño de producción: Richard Sylbert.
Guion: Roman Polanski.
Basada en: El bebé de Rosemary de Ira Levin.
Música: Krzysztof Komeda.
Sonido: Harold Lewis.
Maquillaje: Allan Snyder.
Fotografía: William A. Fraker.
Montaje: Sam O'Steen, Bob Wyman.
Óscar a Mejor Actriz de Reparto: Ruth Gordon.
Reparto:
- Mia Farrow es Rosemary Woodhouse.
- John Cassavetes es Guy Woodhouse.
- Ruth Gordon es Minnie Castevet.
- Sidney Blackmer es Roman Castevet.
- Maurice Evans es Edward 'Hutch' Hutchins.
Sinopsis:
La pareja Woodhouse se ha mudado a un nuevo departamento, uno del famoso edificio Bramford, conocido por sus misteriosos hechos macabros que suceden allí. Rosemary está deseosa de tener un hijo, mientras Guy busca triunfar en el teatro; en ese tiempo de mudanza, conocen a los Castevet, una pareja de adultos mayores que quieren ayudarlos a sentirse mejor bienvenidos a su nueva casa, pero parece que no es tan placentera como se veía...
Tráiler:
Quizá el género que demande mayor psicología, desde el punto espectador-película o actor-guion, es el cine de terror. Difícil es hallar una interpretación destacable en un guion de pocas ideas o un director con las luces bajas en una cinta de este género, y la razón es muy sencilla: El miedo. No es poca cosa generar dudas y la conocida "piel de gallina" si tu trabajo no cala hondo en quien lo ve. Justamente por ello, vamos por una de las películas más precisas en esto para inaugurar nuestro Throw Back Cinema: Rosemary's Baby.
Cuando el terror es real
Cruel destino -y quién sabe si no causología- que el director de una cinta tan críptica y de contenido satánico si se quiere, sufra a manos de un grupo tan críptico y satánico como los Manson. Un año antes de ver a su mujer siendo asesinada por esta siniestra hermandad, Roman Polanski nos sumergía en lo peligroso de esta realidad: Cuando a tu alrededor se encuentran los verdaderos peligros. La gran virtud de La semilla del diablo -nombre dado en España-, es cómo, justamente, logra plantar la semilla de la conspiración y la desconfianza en nosotros, gracias al trabajo magistral de Mia Farrow como la madre abandonada casi a su suerte por su marido, siempre egoísta y ensimismado en su búsqueda del éxito.
Lo que parece ser buena suerte, no lo es; quienes aparentan buenos vecinos, no lo son y muchas posibilidades deja Polanski, adaptando grandiosamente la misma incertidumbre de la novela de Ira Levin, donde se jugaba con la macabra premisa de "nada es lo que parece". El peor escenario posible, la realidad más seca y gris, es la realización de la pesadilla más visceral y recalcitrante que puede existir.
Brillante paseo por el despiste
Otra de las particularidades de la película, que puede desagradar a más de uno, es su constante juego al despiste. Uno nunca sabe si la puerta que se va a abrir es la que nos llevará al mismísimo infierno o si solo es una puerta abierta más. Lejos de hartar, la El Bebé de Rosemary va lanzando pistas para no desorientar totalmente al espectador, una de ella es la fascinante banda sonora del tristemente fallecido a los 39 años Krzysztof Komeda. que en una tonada tan pegadiza, flexiva como tenebrosa, va creando una atmósfera de la que es difícil salirse aunque no se entienda muy bien de qué va la cosa.
Aunque ya se ha alabado a Farrow en su lento camino a la locura, sus vecinos, Ruth Gordon -ganadora del Óscar por su papel aquí- y Sidney Blackmer no resultan menos aplaudibles en sus labores, sobre todo la señora Castevet. Su marido -John Cassavetes-, siempre reacio a las largas conversaciones no resulta brillante, pero sí efectivo en su labor de alimentar la confusión y agravar la situación de su amada.
Polanski desata, quizá no con el frenesí necesario el desenlace, salvo la locura de la última escena, donde todo se revela. A la película, tras una gran construcción, no logra asestar el último golpe para el de gracias. Se queda a un pasito de ser la mejor, para conformarse con ser una de las mejores.
En resumen, un director que tiene clara su intención de no informarnos como es debido, Una Farrow brillante que solo aumenta el nerviosismo y una historia que puede dar para pensarla un poco más para pensarla, nos da Rosemary's Baby, una cinta que todo cinéfilo y amante del buen terror debe visitar.
Calificación: 9,1/10.
