Noticias, reseñas, reportajes, coberturas de premios, entrevistas, análisis de series y películas

Blog Archive

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Romeo + Julieta: Amor de ayer, hoy y siempre

Con una dirección infatigable de Baz Luhrmann, un trabajo espectacular del elenco y un trabajo artístico formidable, hacen que esta atrevida reinvención del clásico de Shakespeare sea increíble.



Ficha técnica

Dirección: Baz Luhrmann.
Producción: Baz Luhrmann, Gabriella Martinelli.
Guion: Craig Pearce, Baz Luhrmann.
Basada en: Romeo y Julieta de William Shakespeare.
Música: Nellee Hooper, Marius de Vries (Compositores)
Craig Armstrong (Compositor, orquesta y director de orquesta)
Fotografía: Donald McAlpine.
Montaje: Jill Bilcock.
Duración: 120 minutos.
Nominado al Óscar: Mejor Dirección de Arte.

Reparto:

  • Leonardo DiCaprio como Romeo Montesco.
  • Claire Danes como Julieta Capuleto.
  • John Leguizamo como Tybalt Capulet.
  • Harold Perrineau como Mercutio Escalus.
  • Pete Postlethwaite como Fray Lorenzo.
  • Brian Dennehy y Christina Pickles como Ted y Caroline Montesco.
  • Paul Sorvino y Diane Venora como Fulgencio y Gloria Capuleto.
  • Paul Rudd como Dave Paris.
  • Vondie Curtis-Hall como el Príncipe de Verona.
  • Miriam Margolyes como la ama.

Sinopsis: 

Verona ¿Beach? Siglo XVI  1996. La familia de los Monstescos y los Capuletos son las familias más poderosas de la ciudad y los enemigos más feroces uno del otro, pero esto no será impedimento para que el joven Romeo Montesco intente desposar a Julieta, la hija de los capuletos.


Lo que hace a una obra artística universal, es su mensaje que traspasa barreras de idioma o culturas, pero una inolvidable es una que se sobreponga a los obstáculos del tiempo; una que llene el corazón y la mente siglo después como lo hizo, y de esas obras compañeros, hay muy pocas.

Afortunadamente, cuando aparecen el gozo es tremendo, y más aún cuando las volvemos a presenciar, permanece esa primera esencia que nos deleitó, como si fuese la primera vez, como si nunca la hubiéramos visto. Incluso, aquello inolvidable permanece aunque cambiemos mil cosas, en esta adaptación tan realista de Romeo y Julieta, que le da un giro tan alocado como necesario para comprobar su veracidad como obra perenne.

Odisea en la dirección 



Hay que alabar el titánico esfuerzo de Baz Luhrmann detrás de cámaras. No es fácil adaptar una obra de teatro manteniendo la esencia de las tablas, cosa que se complica aún más cuando tienes la loca idea de cambiar parte de la esencia. De la Verona del siglo XV pasamos a un sucio pueblo norteamericano de los decadentes 90, y el trabajo para no desanimarnos por tan aparente desatino, desaparece al percatarnos de lo visualmente atractivo que luce la película. No tenemos un nuevo escenario porque sí, lo tenemos por la vigencia de su obra y por la necesidad de confirmarlo en los tiempos nuestros. Luhrmann mantiene el fuego juvenil siglos después.

El ser del teatro exhuberante, opulento y barroco no se lo pasa por alto, dándonos planos increíblemente poco habituales o secuencias de altísimo dramatismo que tenemos la fuerza del teatro en nuestras pantallas. No presenciamos el hecho como si fuese un teatro, pero sí con el espíritu de este, que con poco se hace tanto. El director realza cada aspecto que puede de gran manera, para que sintamos o bien en la arrebatada banda sonora, o bien en el estilo antiguo de conversar esa magia indiscutible de este clásico de Shakespeare.

Por supuesto que tal trabajo resulta agotador. Es más, podemos decir que baja un poco la guardia en este sentido, dándonos un final más cinematográfico que con el espíritu teatral que se mantuvo. Eso sí, tiene la fuerza y el corazón que merece semejante clásico.


Actores y arte



Fantástico el trabajo de adaptación. No nos quedemos con que ver edificios y asfaltado es adaptar. Tenemos un rediseño total de lo que uno se podría encontrar de Shakespeare en una película más cercana al Club de la Pelea o Pulp Fiction en cuanto a estética, sin embargo, ese sentido dramático no se pierde entre la mugre y va a tono con la historia. Es un elemento más a favor de esta gran producción

Si hablamos del elenco, hay que hablar de un tal Leonardo DiCaprio que nos demostró un año antes de saltar a la fama con Titanic que no sería flor de un día. Una actuación digna del Tony y del Óscar, capaz de convencer en un papel tan juvenil como apasionado, lleno de impulsos y deseos. Ojalá pudiera decir lo mismo de Julieta, pero Claire Danes ofrece una actuación bastante pobre, no es capaz de llevarle el ritmo a su amado y queda que la otra parte de la pareja no responde y cuelga de Dicaprio. Podemos decir que Mercutio, interpetado por un sobresaliente Harold Perrinau, se lleva más aplausos y prestigio que Julieta.

El elenco, en términos generales, es estupendo. Salvo el punto débil en la protagonista, ya mencionamos el excelente papel de Perrinau, o el gran hacer de Pete Postlethwaite como el cura que une a la pareja prohibida. Responden al duro desafío de hablar mucho en pantalla y no aburrir, algo de lo que generalmente salen bien parados, pero en otras ocasiones, caemos en cuenta que deberían haberse quedado en un escenario y no frente a las cámaras.

Tenemos, en resumen, un clásico confirmándose como tal. Como película en sí, hay un gran trabajo técnico e intepretativo -salvo en Julieta, insisto- y una dirección digna de admirar, aunque en su esfuerzo de ser una película que supere sus propias limitaciones, ofrece quizá un trabajo que no agrade a los puristas o quien quisiese ver algo más "normal", pero que no agrade al purista literario que lo consideraría un crimen, porque por más estimulante que esta adaptación fuese, no tendrá el encanto necesario para superar a su convencional presentación.


Calificación: 8,5/10.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Popular Posts