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miércoles, 5 de septiembre de 2018

Cuando los muertos SÍ mueren: Auge y caída de The Walking Dead

Seguimos con la siguiente parte de este análisis de la pérdida de popularidad de esta gran serie.



"Abrupto" final


Sala de escritura de twd -según Frank Darabont.

Ya era un fenómeno a nivel estadounidense, pero a medida que avanzaron los episodios, su popularidad creció en el globo. El fenómeno recién se expandía mientras que en su lugar de la origen, la serie ya sufría de algo que fue un baldazo de agua fría para los fans: Frank Darabont abandonaba la serie. Aunque tal vez suene sorprendente, la verdad que no lo es. Los problemas que encontró el director húngaro desde que empezara la historia zombie tuvieron un triste final durante el rodaje de la segunda temporada. Las razones se pueden resumir en dos frases: Monos y dinero.

La primera data del comienzo de la producción en sí. Darabont nunca estuvo contento con su equipo creativo -que según él, de creativo no tenían nada-, ya que consideró que en ningún momento los guionistas eran capaces de plasmar su idea, no sin fuertes reprimendas de por medio; incluso llegó a despedir a su equipo de redacción de la primera temporada -de los seis primeros capítulos, el nominado al Oscar firmó cuatro-, y decidió contratar a guionistas independientes. La relación con el resto del equipo fue enormemente conflictiva y hasta inclusive, hubo que llamar a abogados para acabar las "diferencias creativas" en los tribunales.

Lo segundo es algo que a la larga condenó a la serie y sentó el causal justo y necesario para que el showrunner se fuese: AMC decidió realizar un recorte presupuestario de casi 50% a las aventuras de Rick y su grupo, que fue la gota que colmó el vaso. Este recorte no costó reducciones de sueldo necesariamente, sino que llevó a la altísima estética de la serie a reducirse notoriamente -imaginen cuánto tiempo pasaron "solo" en la cárcel-, obligándole a amoldarse a un esquema de serie más corriente -y barato- que mataría cualquier intento de seguir haciendo "cine" en televisión, salvo por mantener el único detalle que hasta hoy, se respeta del antiguo director: filmar la serie con celuloide se 16 mm en vez de utilizar cámaras digitales.

Tercera temporada ¿El comienzo del fin?




Glen Mazzara fue el hombre encargado de reemplazar al "complicado" Frank Darabont, aunque este no tendría mejor suerte: solo se quedaría durante la tercera temporada. No quiero decir que la tercera temporada haya sido un desastre, pero en mayor o menor medida, se había perdido algo, que con el correr de los años se haría notable. No solo en lo visual, que fue reducido ostensiblemente, sino en algo aún más importante: el argumento.

Desde esta temporada, twd cometió un terrible error que recién hoy está pagando: demasiados episodios. Demasiados, demasiados... Alguien tuvo la brillante idea de que sería más rentable realizar 16 episodios en una temporada y dividirla en dos más pequeñas de 8 episodios para aumentar la "expectativa".



Los dramas procedimentales como de médicos o de asesinatos -Grey's Anatomy, CSI, Criminal Minds- o bien dramas históricos -Vikings o The Kingdom- son series que usan este tipo de formatos de varios episodios porque su chiste se halla en su relativa sencillez para extenderlas sin aburrir. Con The Walking Dead se pasaron de 13 a 16 episodios, para contar algo muy parecido o exacto. Es decir, ahora los escritores debían de sacarse de la manga 130 minutos de historia extra para cumplir la exigencia de la productora, que para colmo, dividiría en dos la misma idea... ¿Suena mal verdad?

Todo terminó mal en una temporada que se hacía más larga de lo normal -no solo por contar con más episodios- y que culmina de una forma que, en lo personal, decepcionó: Andrea muere en pleno clímax contra el Gobernador, en una batalla que sigo sin entender cómo, se extendió durante 8 episodios mas en la cuarta temporada. Estamos hablando de que en una sesión de 16 capítulos no pudieron rematar esta trama -supuestamente, cada temporada debe ser un capítulo que se abre y se cierra- y la alargaron de manera totalmente incomprensible: El Gobernador mató a sus hombre y regresó a la cárcel a atacarlos, con un ejército recauchutado, sin ningún tipo de emoción posible y preguntándonos ¿Vamos a empezar a tener relleno auténtico en twd?

Entre desarrollo y relleno, un largo trecho



Hay que aclarar algo: "Rellenar" una serie no es lo mismo que desarrollar a los personajes sin demasiada acción. La diferencia reside en una simple pregunta ¿Qué aporta tal "desarrollo" a la historia? Pues aquel episodio desopilante de Daryl y Beth en clave de comedia "tiempo de calidad padre-hija" no puede considerarse sustancial bajo ningún aspecto. El romance que forman Glenn y Maggie sí, pues generará mayores consecuencias para la trama. Ahora ¿El "relleno" es algo malo? Realmente no, pero el problema surge cuando el "relleno" empieza a ser demasiado frecuente. 

The Walking Dead comenzó con una fórmula puramente efectista en su cuarta temporada. Básicamente "no hacer nada" durante gran parte de los episodios y dar un detalle "revelador" a la audiencia, generando en él puede considerarse sustancial buen sabor final que lo obliga a no perderse el último capítulo. 

¿Recuerdan aquella gripe que te volvía en un personaje sin diálogos sin más que un eterno gruñido? Bueno, nunca más volvió a aparecer ¿que aportó? pues acortó el elenco en la cárcel, más nada. Los recuerdos de los protagonistas ayudan, como el del Gobernador mientras planea su ataque, pero allí yace el problema ¿Otro ataque? Y por si faltaba algo más, se empieza a ser notoria la falta de hechos resaltantes más adelante, pero de eso hablaremos en la tercera y última parte.  


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