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jueves, 23 de agosto de 2018

¿Qué hay en Netflix?: Luis Miguel, un placer latino y culpable (o no) que engancha de una.


Aviso: 

Con esta entrada damos oficialmente inaugurada la sección ¿Qué hay en Netflix? donde ayudaremos a los indecisos que vean -o no- una serie por horas o disfruten -o eviten- un película en su plataforma streaming favorita. Ahora, a la reseña.

Aunque apueste a lo fácil y a ratos conquetee con un formato de telenovela, Luis Miguel: La Serie te engancha a la primera con un carismático Diego Boneta que se luce como el sol y la narración de la vida de la más grande estrella que vio México últimamente.

En Latinoamérica, no nos podemos dar el lujo de hablar de estrellas mundiales, pero sí de artistas que no dejan indiferente a ningún hispanoparlante, y en ese nivel de impacto -no solo, nuevamente, por su talento innato- es "El Sol de México", Luis Miguel. El hombre y niño sobre el que se centra la serie que, más allá de lo que se pueda decir, es una garantía de entretenimiento y obligación de cualquier fan de "Micky" verla sin parpadear.


Si aún no lo viste...



El mal momento que pasa el cantante no puede ser más oportuno para la llegada de esta serie en la que, más allá del nivel de dramatización que no podremos nunca delimitar, uno puede deducir cómo ha caído una estrella prometedora en una espiral continúa de desaciertos y polémicas que han manchado su estatus y opacado su brillo. Eso sí, el propio Luismi ha admitido una exageración en algunos hechos y, por supuesto, unas licencias creativas que solo generan malos ratos a los Micky adulto, niño y adolescente y que dejan en el aire una segunda temporada debido al malestar del biografiado.

Pero solo podría un enojo del Sol lo que evite otra tanda de episodios, porque el éxito fue tremendo y, ya hablando directamente de la serie, es una auténtica gozada maratoneable.

El show, ante todo



La narración va entretejiendo la vida de Luis Miguel ya en una posición considerable de popularidad y los flashbacks que nos llevan al inicio del prometedor talento e hijo de Luis Rey y Marcela. La realidad es cómo el pequeño Micky es apaleado por su padre -un impecable Óscar Janeada, que de verdad hace que todos odiemos al verdadero Luisito Rey- que mientras lo cimienta como una celebridad, lo explota de una forma cruel.

Tal vez el principal gancho de la serie es conocer a fondo la vida de un cantante que ha marcado época en la música latina, siendo atractivo -solo- para un público americano. La otra razón, que es más mérito para los realizadores, es cómo se ha narrado la historia. No hay excesivas complicaciones, se limita a contarlo de la manera más simple posible para no distraernos de los hechos narrados en pantalla.

Si bien, el tratamiento del drama llega a puntos telenovelescos (¿será por su emisión en simultáneo con Telemundo?), esto no pasa muy a menudo, por lo que la mezcla entre serie y culebrón resulta ser bastante agradable para los amantes de uno u otro formato. Llega al punto medio en cuanto a trama, y en personajes llega a otros niveles como la construcción de un villano tan despreciable como Luisito Rey, o su contraparte, la cariñosa madre, Marcela, una Anna Favella que nos da un gran papel de buena madre y total contraposición al, por momentos, exageradamente despiadado padre, cuyo aporte a la serie está tanto en presencia como en ausencia.



Hablando de los Mickys de la serie, todos cumplen con la difícil de labor de compadecernos con el ser humano que va cambiando acorde a las vicisitudes que atraviesa en su camino al estrellato. Es de decir, sin embargo, que quien se lleva los aplausos es Diego Boneta, en una interpretación sobria y que al igual que toda la serie, nos divierte o emociona en dosis leves, sin aportar algo que no sea necesario.

No todo es perfecto 

Si hablamos de algún pero, es necesario decir que la extrema airosidad con la que sale Luis Miguel de todos sus traumas, sin parecer que nunca tiene la culpa de nada, le da un aire de santidad que sabemos bien que no posee. De a momentos, la serie toma un inexplicable formato episódico -ejemplo, hoy se tratará "la responsabilidad"- que no es realmente necesario. Aunque puede tener trabas, no son de excesiva preocupación. Además, si lo quieren usar de entretenimiento, observen con cuidado el playback y su notoriedad en los Luis Miguel -sobre todo el niño que interpreta Izan Llunas- que se hace un poco difícil de creer. 

En definitiva, la serie de Luis Miguel es sobria artísticamente, y el peso del interés cae en la historia y sus actores, quienes no fallan y hacen que sea mortalmente atrayente y un verdadero disfrute de quien quiera sentir algo latino en Netflix.



Calificación: 7,6/10.
Definida en una palabra: Atrapante.

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